lunes, 22 de septiembre de 2008

Un país con alarma silenciosa



Políticos, que no van a poder hacer frente a la enorme bola que podría estar rodando y engordando desde hace unos años en España, deberían trabajar más y mejor. Un autoexamen de conciencia sobre si realmente hacen lo que pueden para ganar su sueldo; y si realmente sus actos hacen o podrían hacer algo positivo para todos los sectores sociales. Hay varias cuestiones que aisladamente se pueden tolerar, pero cuando todas coincidan llegaremos a una situación calamitosa en la que perderemos todos.


El tema de las hipotecas imposibles de pagar es por todos conocido, pero es el primer capítulo que antecede a la paralización del sector. La construcción en España ha descendido ya que promotoras y cooperativas han de rehacer cálculos. La compra-venta se ha tornado complicada y si no se vende, no se construye. Y si no se construye, los obreros perderán sus trabajos.

Entonces será la integración social la asignatura pendiente que nos explotará en las manos. Cuando hay necesidad, las chispas en la convivencia serán cada vez más frecuentes. Necesitamos que nuestros políticos piensen una forma de canalizar ese flujo de mano de obra de forma satisfactoria, para que todos los que vivimos en este país podamos disfrutar de nuestros derechos constitucionales. Porque una sociedad es frágil y depende de muchos factores tenemos que darnos cuenta de que hay muchos temas temas lastre aún arrastramos: terrorismo, sanidad pública, desempleo, integración social...

No hay comentarios: